Tipos de ambiente
¿Qué es el ambiente?
El término ambiente significa “aquello que rodea”, es decir, se trata del ámbito en el que viven y que condiciona a los seres vivos. Dentro de estos, se puede hacer alusión a dos tipos: el natural y el artificial.
Cuando se alude al primero, se refiere a aquellos ambientes en los que el ser humano no ha intervenido en su formación ni puede controlar ciertas variables que lo caracterizan, como puede ser el suelo, el clima, las lluvias o los seres vivos que viven allí. En oposición a esto, los ambientes artificiales son aquellos en los que sí ha intervenido el hombre para crearlos y que tiene la capacidad de manipular algunas de las variables antes mencionadas.
Tres tipos de ambientes naturales
Acuáticos: este tipo de ambiente natural es en el que se desarrolla vida dentro de un cuerpo de agua determinado, como puede ser un lago, un río, un mar, una laguna, un océano, un pantano, etcétera. Dentro de estos ambientes, se puede hacer la distinción entre los de agua dulce y los de agua salada. Este rasgo resulta esencial para determinar el tipo de vida que se desarrolla en ellos, ya sea de plantas o animales, así como también el uso que le pueda dar el ser humano.
Terrestres: esta clase de ambiente natural, en cambio, es el que se desarrolla sobre el suelo terrestre. Dependiendo de la superficie, el clima, las lluvias y otras variables, la vida que se desarrolle irá cambiando. Por ejemplo, en un ambiente desértico las temperaturas se caracterizan por ser extremadamente elevadas durante el día y por descender de forma significativa durante la noche, lo que se conoce como amplitud térmica.
Además, en los desiertos llueve muy poco, por lo que cuentan con un clima seco, lo que hace que haya escaza vegetación, mientras que los animales deben adaptarse a vivir con dicha escasez. A diferencia de este ambiente, las sabanas sí cuentan con lluvias, permitiendo que se desarrollen pastizales y plantas herbáceas. Sumado a esto, allí viven aves, mamíferos, reptiles y aves, entre otras variedades, así como también resulta un ambiente adecuado para la ganadería.
Otra clase de ambiente terrestre es el de los bosques, que tienen la característica de ser mucho más húmedos que los dos anteriores y por contar con temperaturas en promedio de 25° C. Gracias a esto, la flora y fauna que se desarrolla es abundante y muy variada.
De todas formas, dependiendo la ubicación de los mismos, pueden desarrollarse distintos bosques, uno de ellos son los tropicales lluviosos, en los que llueve prácticamente todo el año y en donde las elevadas temperaturas se mantienen. A raíz de esto, se genera una vegetación abundante y también se encuentran distintas especies de reptiles, insectos e incluso anfibios.
Por otro lado, existen los bosques secos, que tienen entre otras características la de contar con períodos de lluvia muchos más acotados y el invierno puede durar hasta nueve meses, por lo que en estos la flora y fauna varía en relación a los anteriores.
Aéreos: a diferencia de los dos ambientes mencionados anteriormente, estos se caracterizan por ser transitorios, es decir, que los seres vivos no pueden vivir en él constantemente, sino que precisan entrar en contacto con el suelo o agua, ya sea para alimentarse, comer, beber, reproducirse o dormir. Esto se debe a que el ambiente aéreo no ofrecen las condiciones para llevar adelante estas y otras actividades que resultan vitales para los seres vivos.
Algunos ambientes artificiales
Invernaderos: dentro de los ambientes artificiales, este se caracteriza por ser un espacio cerrado con algún material de vidrio o plástico y que permanece estático. Esto permite que sea el hombre el que tenga la posibilidad de ir modificando ciertos factores como la temperatura y la humedad para de esta forma permitir el desarrollo de determinadas plantas. De esta manera, el invernadero se ha convertido en un ambiente muy útil para el cultivo de distintos productos.
Acuarios: también conocidos como peceras, estos ambientes artificiales consisten en un recipiente, generalmente hecho de vidrio, en el que se coloca una determinada cantidad de agua, ya sea dulce o salada, fría o tropical, para así permitir el desarrollo de un ecosistema, que puede estar compuesto por invertebrados, plantas o peces.
Generalmente, estos ambientes son desarrollados con fines estéticos, para decorar alguna casa, oficina o cualquier otro lugar, o bien, para disfrutar de las tareas que implica mantener y crear dicho ecosistema. En la mayoría de los casos, los acuarios cuentan con un filtro, para que el agua circule permanentemente, y alguna lámpara que ilumine el interior del recipiente, lo cual es esencial para que las plantas lleven adelante el proceso de fotosíntesis.
Diques: estos ambientes consisten en un terraplén, que suele estar dispuesto de forma paralela al borde del mar o bien al curso de un río, para de esta manera evitar que pase el agua. Por lo general, el terraplén está hecho con tierra y ayuda a que se puedan concretar la realización de caminos, también protegen ciertos terrenos de las olas y evitan que terrenos cercanos a río o mar se inunden. También puede ocurrir que se conformen diques naturales, al borde de un río, a partir de los depósitos que éste va arrastrando.
El ambiente en la literatura
Dentro de la literatura también se habla de diferentes clases de ambientes, que rodean a los distintos personajes que conforman a la obra y a las acciones que estos llevan adelante. De esta manera, el ambiente puede condicionar el comportamiento y la personalidad de los mismos. Generalmente se identifican los distintos tipos de ambientes:
- Físico: este ambiente es el lugar propiamente dicho, es decir, el espacio en el que los diferentes personajes llevan adelante sus acciones, en donde se los ubica. Dentro de estos ambientes se identifican dos clases: los abiertos y los cerrados. Los primeros son aquellos exteriores, amplios, que les permiten a los personajes poder movilizarse con libertad. Los cerrados, en cambio, son más acotados, por lo que limitan el accionar de los individuos.
- Social: estos ambientes, en cambio, tienen que ver con los aspectos económicos, culturales e históricos en los que se encuentran inmersos los personajes. Esto puede tener que ver con las actividades laborales, las religiones, los valores, las creencias, etcétera, que se hagan presentes a lo largo de la historia y que vayan condicionando a los personajes y a su accionar.
- Psicológico: este ambiente hace alusión a la atmósfera emocional en la que se encuentran envueltos los personajes de la historia. Y pueden tener que ver con la felicidad, la tristeza, la desolación, la angustia, el miedo, entre otros. Estos ambientes también condicionan el accionar de los personajes aunque no sean “tangibles”, como puede ser una ciudad, el campo, la playa, el frío, el calor, etcétera.
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