Tipos de adicción


¿Qué son las adicciones?

Una adicción es una enfermedad patológica progresiva, que consiste en la dependencia de una sustancia o una conducta. La enfermedad persiste a lo largo del tiempo a menos que se haga algo contra ella, y sus efectos repercuten tanto en la salud como en los vínculos humanos, y aumentan a medida que se frecuenta el uso, pudiendo llegar a la muerte si no se trata en el momento adecuado.

(Adicciones. Ilustración)

(Adicciones. Ilustración)

Experiencias de la niñez, necesidad de eliminar o escapar de dolores físicos o emocionales, componentes genéticos, son algunas de las causas de estas adicciones.

Clases de adicciones

Como se ha dicho, las adicciones pueden clasificarse en dos grandes grupos, dentro de los cuales aparecerá un espectro muy grande de dependencias:

1. Adicciones a sustancias:

El cerebro es estimulado a partir de la llegada por la vía sanguínea de los aditivos de una sustancia, que logra generarle una dependencia. Es común que los afectados no sepan explicar cuál es el placer que obtienen, pero sin embargo no pueden librarse del vicio.

Alcoholismo: La droga con mayor aceptación cultural, es de venta legal y cuenta con un importantísimo número de adictos. Altera las capacidades motrices, mentales y emocionales, y en casos extremos puede derivar en una inconsciencia o un coma. A largo plazo puede provocar enfermedades en el hígado, los riñones o el corazón, pero también a desórdenes sociales, laborales y familiares.

Tabaquismo: También tiene gran aceptación social, siendo una de las industrias que más facturan alrededor del mundo. Sus efectos son meramente físicos (distintos tipos de cáncer, padecimientos cerebro-vasculares, bronquitis crónica), aunque por tratarse de una sustancia que se fuma, al estar en contacto con consumidores se inhala involuntariamente, entrando en la categoría de fumador pasivo y sufriendo similares consecuencias.

Drogas estimulantes: Producen diferentes grados de euforia y exaltación, sumadas a una desinhibición, que los hace creer omnipotentes y llenos de energía acelerada en el cuerpo. Paradójicamente el correr del tiempo suele derivar en una debilidad física y la pérdida de las capacidades de coordinación. Se destacan la cocaína, las anfetaminas y el éxtasis.

Drogas depresoras: Se usan para calmar estados transitorios de ansiedad produciendo un fuerte estado de desconexión. A largo plazo aparecen problemas en el sueño, en la alimentación o neuronales. La morfina, heroína o los tranquilizantes pertenecen a este grupo.

Drogas alucinógenas: Alteran la percepción, posibilitando confundir elementos de la realidad con la fantasía. Pueden generar trastornos mentales latentes, además de pérdidas en la capacidad de entablar relaciones sociales.

2. Adicciones a conductas:

El cerebro es estimulado a partir de acciones que toma uno, recibiendo un placer que solo podrá ser saciado con un poco más.

Ludopatía: Con el correr del tiempo, la persona dedica cada vez una mayor cantidad de su tiempo y su dinero a los juegos de azar. La dependencia es total, porque la adrenalina producida es gigantesca y efímera. Tiene un efecto obvio con la pérdida de dinero y bienes, y a largo plazo puede derivar en la ruina, conllevando en muchos casos intentos de suicidio.

Adicción al sexo: El único modo en el que el adicto logra afrontar sus malestares es teniendo relaciones sexuales. Suelen darse las mismas fases (negación, racionalización, justificación) que en la mayoría de las adicciones, y algunos le atribuyen como causa –además del estrés– el haber sido víctima de abuso sexual en la infancia.

Adicción al Internet: Puede aparecer bajo distintas formas, pero siempre con la idea de una persona abandonando sus vínculos sociales reales, y reemplazándolos por relaciones virtuales. Incluye también la adicción al cyber-sexo, o a los cyber-romances que han aparecido en los últimos años.

Adicción a las relaciones: Es difícil de determinar porque confundirse con neurosis o desórdenes de la personalidad. Ocurre cuando una persona se torna dependiente de la relación (de amor, amistad, trabajo) con otra, sea esta correspondida o no. Una persona se llega a postergar a sí misma en pos de no ser abandonado ni de terminar esa relación que para él es ideal y perfecta. Trae aparejado miedo y una fuerte sensación de imposibilidad de subsistencia sin la otra persona.

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