Tipos de movimientos


Los tipos de movimientos hacen alusión al fenómeno físico que genera el cambio de posición de un determinado cuerpo o bien, de una serie de ellos, en un determinado espacio físico. Esto se logra identificar analizando la relación de los cuerpos entre sí o con algún otro objeto de referencia que se encuentre ubicado en el lugar y que permanezca quieto. La cinemática es la ciencia que se encarga del estudio de los movimientos aunque no tiene en cuenta el origen y el porqué de los mismos.

Esto se contrapone con la dinámica que, a diferencia de la cinemática, se concentra en los movimientos y en sus orígenes. Ambas son ramas de la física y a estas se le puede sumar una tercera, que es la mecánica. Esta última estudia los movimientos, teniendo en cuenta la acción de la fuerza, e intenta describir cómo fue evolucionando el movimiento con el paso del tiempo.

La física identifica los siguientes tipos o clases de movimientos:

Movimiento rectilíneo uniforme:

Tenido en cuenta por primera vez por Galileo Galilei, este tipo de movimiento se denomina rectilíneo puesto que su trayectoria es una línea recta y uniforme ya que su rapidez jamás varía, sino que caracteriza por mantenerse siempre constante. Además de esto, el movimiento rectilíneo uniforme, abreviado MRU, se realiza en una única dirección y es siempre horizontal. Otro rasgo propio de este movimiento es que su aceleración es nula, lo cual significa que recorre, en tiempos iguales, distancias iguales. Para calcular qué distancia recorrió este movimiento se debe multiplicar el tiempo que transcurrió por la magnitud de la rapidez.

Movimiento rectilíneo uniforme acelerado:

Este movimiento se caracteriza por desplazarse sobre una trayectoria recta y por padecer, al mismo tiempo, una aceleración constante. Es por esto que se lo puede representar como un tiro vertical o bien, como una caída libre. Esto hace que en este movimiento, también conocido como movimiento rectilíneo uniforme variado, o bien, MRUA, en tiempos iguales, se adquieran los mismos incrementos de rapidez. A diferencia del anterior, la velocidad jamás es constante, sino que se caracteriza por ser variable a lo largo del tiempo en el que se desempeña el movimiento. Lo que siempre constante es la aceleración. La posición del cuerpo, en este caso, va variando de acuerdo a la relación cuadrática que tiene en relación al tiempo.

Movimiento circular:

También conocido como curvilíneo o circunferencial, este movimiento se caracteriza por trazar una trayectoria circular, de allí su nombre. Esto ocurre porque tanto su radio como su eje de giro  son constantes. Además de esto, la velocidad angular también en constante. Cuando se habla de eje de giro se hace alusión a una línea recta sobre la cual el cuerpo realiza su movimiento, que es de rotación. Si el cuerpo que realiza los giros da la misma cantidad de vueltas por segundo, se lo denomina movimiento circular uniforme. Tal es el caso de la rotación del planeta Tierra sobre su propio eje, puesto que la vuelta completa se efectúa cada 24 horas.

Movimiento parabólico:

Se denomina de esta forma ya que la trayectoria que realiza tiene forma de parábola. Generalmente, el movimiento parabólico se define como la combinación del movimiento rectilíneo uniforme acelerado y movimiento rectilíneo uniforme. Algunos especialistas identifican dos movimientos dentro de esta categoría: completo y con rozamiento. El completo puede ser descripto como un lanzamiento hacia arriba vertical combinado con un avance horizontal rectilíneo uniforme, siendo este último el que se da en primer término. En el caso del movimiento con rozamiento, la trayectoria que hace el cuerpo es prácticamente una hipérbole.

En anatomía, se suelen identificar los siguientes tipos de movimientos que se pueden efectuar con distintas partes del cuerpo humano:

Flexión: este movimiento implica la disminución o el doblamiento de uno de los ángulos que forman parte del cuerpo. Para que esto pueda ocurrir, es necesario que al menos un músculo se contraiga.

Extensión: este movimiento puede ser definido como el opuesto al anterior. Esto implica que se agranda o se endereza el ángulo de las partes del cuerpo. Esta clase de movimiento es posible en aquellas partes donde hay al menos un músculo extensor.

Abducción: implica que una extremidad se aleje de la línea media del cuerpo humano. Esta es la línea imaginaria que divide al cuerpo humano en dos partes iguales y se la utiliza como referencia en la anatomía.

Aducción: este es justamente lo opuesto del anterior, puesto que implica el acercamiento de una de las extremidades a la línea media.

Supinación: esta clase de movimiento implica la rotación de un determinado miembro a medida que se va alejando del cuerpo.

Pronación: en oposición al anterior, esta rotación ocurre cuando el miembro comienza a acercarse al cuerpo humano.

También, los movimientos que realiza una persona se pueden dividir en los siguientes grupos:

Resistido: esta clase de movimiento se da por voluntad de la persona cuando intenta resistirse a una fuerza externa. Es decir que un movimiento resistido es siempre en respuesta a otro.

Activo – asistido: este movimiento, si bien se hace con la voluntad de la persona, requiere siempre de la ayuda de un tercero. Movimientos como estos son muy comunes en aquellas personas que llevan adelante tratamientos de rehabilitación con kinesiólogos. En estos casos, el especialista es el que lo asiste o bien, le ofrece algún instrumento que lo ayude a concretar el movimiento propuesto.

Activo: en estos movimientos, no intervienen terceros, sino que es la propia persona, con sus propios medios y por voluntad propia, la que lo lleva adelante. Para que estos ocurran, siempre debe haber algún músculo que se contraiga.

Pasivo: este tipo de movimiento, en cambio, es el que se da gracias a la presencia de terceros, sin que la persona en cuestión participe activamente del mismo, de allí su nombre.

Además, se pueden identificar las siguientes formas de movimiento que el cuerpo humano puede realizar:

Rotatorio: este movimiento, que es denominado por muchos como angular, se caracteriza por el hecho de que conforma, en su trayectoria, círculos concéntricos en torno a un eje.

Traslatorio: esta clase de movimientos se da cuando el cuerpo en su totalidad se traslada a lo largo de dos líneas que son paralelas entre sí. Para que esto ocurra, es necesario que haya, al menos, dos movimientos de rotación que sean distintos entre sí.

Pendular: como su nombre indica, estos son los movimientos en forma de péndulo o de vaivén.

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