Tipos de lesiones


¿Qué son las lesiones?

La palabra lesión  hace referencia a las heridas que se producen en una persona, teniendo origen a partir de golpes repentinos con objetos, accidentes cotidianos o eventuales, caídas inesperadas, a partir del impacto que se ocasiona con armas blancas o de fuego y quemaduras, entre otras.

(Las lesiones se pueden clasificar en cinco grupos)

(Las lesiones se pueden clasificar en cinco grupos)

Clases de lesiones

Existe una categorización de las lesiones, dependiendo del nivel de rigurosidad que manifiesten para la vida del damnificado. Nadie se encuentra exento de las lesiones. Probablemente, a lo largo de la vida, una persona sea víctima de más de una lesión, ya que pueden ocasionarse en cualquier esfera de la existencia, en la cotidianidad del hogar, en el trabajo o en ámbitos recreativos como juegos o actividades deportivas.

Además de la objetividad de lesiones físicas, visibles, existe una categorización en donde los padecimientos no poseen una manera de identificación material, ni a simple vista, y que son las denominadas por profesionales de la salud como enfermedades mentales.

1. Fracturas: se la considera cuando algún hueso sufre una ruptura parcial o integral. Se pueden ocasionar por un suceso accidental, golpe o caída.

Los síntomas que presentan este tipo de lesiones son muy visibles y fáciles de reconocer en el caso de que haya sido en una extremidad. Se la puede observar desfigurada o descalzada o corrida de su lugar, acompañado de sufrimiento agudo. Otro síntoma es que el individuo va a exponer imposibilidad para generar movimientos, con posibles hematomas e hinchazón de la parte afectada.

Se clasifican teniendo en cuenta:

-Qué tan comprometido esté el hueso:

  • Completa: se presenta la estructura ósea completamente fragmentada.
  • Incompleta: cuando se puede observar continuidad del hueso.

-En qué dirección se haya ocasionado la fractura: pueden producirse de forma oblicua, transversal, ala de mariposa en donde se fracciona un segmento en forma de calce o cortadura. Y conminuta, distinguible fácilmente porque la zona ósea se fragmenta en varios pedazos.

-En qué grado de afección se encuentren las partes blandas:

  • Fractura expuesta: en las más drásticas se puede observar la extremidad fuera de la piel, o poseer una herida que deje entrever el hueso.
  • Fractura cerrada: la estructura ósea se fragmenta, pero no tiene contacto con el exterior, es decir, no traspasa la frontera de la piel.

2. Musculares: suelen presentarse más frecuentemente en personas que ejercen deportes. Se las puede entender, sabiendo que la musculatura está conformada por un grupo de fibras musculares, que se localizan envueltas por un pequeño manto de tejido conjuntivo, ensamblados a la distribución ósea por los ligamentos. Entonces, cuando se provoca una contusión consiguen verse perturbadas las fibras musculares o los tendones.

Suele ocasionarse por deshidratación, inestabilidad muscular, sobreesfuerzo descomunal o por una deficiente práctica deportiva, entre otras. 

Se pueden distinguir:

  • Sobrecarga muscular: suele identificarse porque se siente  molestia en una zona definida cuando se inicia el ejercicio, y cesa cuando se deja de realizarlo. Es de los dolores musculares más frecuentes, producto de un esfuerzo prolongado y/o desmesurado.
  • Contusión: originada por el impacto directo de algún elemento sobre el músculo. A simple vista presenta hematomas y dolor del área afectada. La recuperación va a depender como primera instancia, del reposo que se realice elevando el miembro afectado y proporcionándole un vendaje compresivo. Está prohibido realizar masajes ni aplicar calor a la zona, sí frío de manera local.
  • Contractura muscular: como su nombre lo indica, lo que se produce en este tipo de lesión es la conmoción o espasmo del músculo de forma perdurable. Se dolor se localiza principalmente, cuando se pretende extender la zona muscular afectada. Se recupera con inmovilidad, calor y fricciones.
  • Calambre muscular: estremecimiento agudo y prolongado del músculo. Suele acontecer cuando no se efectúa un calentamiento apropiado y suficiente antes de emprender la práctica del ejercicio. Lo que se recomienda es mantenerse bien hidratado y como punto esencial cumplir con un buen calentamiento muscular precedentemente a cada entrenamiento.
  • Desgarro muscular: caracterizado por el rompimiento de fibras musculares, acompañado esto, de hinchazón, presentándose el impedimento de mover o afirmar el extremo afectado. La forma de recuperación se basa primariamente en la acción de reposar, la aplicación de hielo, de vendajes compresivos y la posible elevación de la parte alterada.
  • Distensión: es parecido al desgarro muscular, con la diferencia  que se produce de manera parcial en algunas miofibrillas, ocasionando inflamación. Suele relacionárselo con un dolor repentino y muy agudo. Se lo puede tratar aplicando hielo y  vendajes constrictivos, destacando el beneficio de electroterapia.
  • Rotura muscular: Es la lesión más fuerte que se puede producir. Aquí s identifican dos formas de lesión: parcial, caracterizada por un desgarro significativo y total, en donde el rompimiento perturba a toda la estructura muscular en cuestión. En ambas posibilidades de lesión, se puede visualizar el surgimiento de contusiones y la inhabilidad de uso del miembro, asistido por un malestar y sufrimiento creciente e hinchazón.
    El procedimiento para recuperarse demanda inmovilidad necesaria absoluta y extendida. En algunos casos se hace necesaria la intervención quirúrgica con sutura en función de la zona muscular alterada. Es ineludible la rehabilitación para recobrar  la función de la estructura muscular.

3. Articulares: se producen generalmente por la práctica deportiva o en movimientos que tengan correspondencia con las locomociones y saltos. Como su nominación lo muestra, se origina en articulaciones.

Dentro de éstas, existe una categorización:

  • Contusiones: hinchazón de la articulación.
  • Esguince: distención de la envoltura y fibras articulares.
  • Luxaciones  y subluxaciones: cuando las áreas articulares de las estructuras óseas se desunen, perdiendo la analogía.
  • Fracturas luxaciones: cuando además de separarse las fibras articulares, se hallan uno o varios huesos cercanos a la coyuntura fragmentados.

4. Quemaduras: se trata de una forma de lesión cutánea producida por varios factores, entre los que se pueden distinguir lesiones originadas por el contacto con el fuego con fluidos o superficies que presenten elevadas temperaturas, como también por constituyentes eléctricos o químicos.

Se puede distinguir:

a. Quemadura de primer grado: se presentan en forma de enrojecimiento cutáneo restringido por hinchazón de la zona afectada. Es una herida seca y muy dolorosa. Se trata de una lesión superficial que se rehabilita en un promedio de tiempo, de aproximadamente una semana, sin presentar la aparición de cicatrices. El tipo más frecuente, es el de las quemaduras ocasionadas por el sol.

b. Quemadura de segundo grado superficial: este nivel es caracterizado por la aparición de ampollas acuosas y muy dolorosas, comprendiendo el manto cutáneo de la dermis, rehabilitándose aproximadamente entre los 8 y los 15 días, sin mostrar cicatrices. Se puede originar por fluidos con altas temperaturas y con baja consistencia.

c. Quemadura de segundo grado profundo: comprende la capa profunda de la piel, originándose a partir de los enlaces epidérmicos, como por ejemplo las glándulas sebáceas o sudoríparas. Se pueden visualizar en forma de ampollas húmedas intensas, con la presencia de superficies rosadas o rojizas. Su restablecimiento se promueve alrededor de los 21 días, efectuando los cuidados pertinentes. En consecuencia, deja cicatrices con elevado aumento del órgano cutáneo. Los causantes de este tipo de lesión suelen ser líquidos espesos.

d. Quemaduras de tercer grado: la herida denominada en esta clasificación se caracteriza por abarcar la totalidad de la superficie, dejándola eximida del poder de regeneración característico de la piel, por no exhibir la presencia de los elementos cutáneos encargados de esta acción. Se trata de lesiones secas, deprimidas e insensibles. Se hacen perceptibles formaciones de coágulos de sangre en el interior de los vasos sanguíneos. Este tipo de lesiones pueden ser originadas por corrientes eléctricas, sustancias químicas y fuego.

5. Heridas: se las reconoce por exteriorizar la perdida de unión en la integridad de las fibras blandas, entrando en esta clasificación, le epidermis, la hipodermis, la musculatura en general, miembros blandos, ligamentos y nervios entre otros.

De forma general, son producto de elementos externos como vidrios, latas, cuchillas, etc. o por partes internas como en el caso de la fractura ósea. A su vez, se hallan diferentes ejemplos de lesiones teniendo en cuenta  si son heridas abiertas o cerradas, y si son casos simples o complicados de tratar. Tener una herida, involucra la posibilidad de que se ocasionen períodos hemorrágicos e infección, obligatorios de evadir para no transitar un estado de mayor conflicto y padecimiento.

Se clasifican en:

  • Heridas simples: perturban la membrana epidérmica sin producir destrucción ni deterioro de miembros significativos. Por ejemplo rasguños o cortes superficiales.
  • Heridas complicadas: amplias y profundas con sangrados abundantes; generalmente, estas heridas se producen  en ligamentos, músculos, nervios, venas o arterias y hasta en órganos.
  • Heridas abiertas: se advierte  la desunión de las capas blandas. Son las más propensas a infectarse.
  • Heridas cerradas: no se percibe  ruptura de los tejidos, habitualmente son provocadas por impactos. La sangre coagulada se almacena bajo la piel, en hendiduras o en órganos. Su tratamiento debe ser de manera apresurada, ya que es proclive a complicar el accionar de la circulación sanguínea o de órganos.

Clasificación según el elemento que las produce:

  • Heridas cortantes: producto de la incisión con elementos afilados, que tienen la capacidad de fraccionar nervios, musculatura o ligamentos. Los márgenes de la herida son nítidos y se presentan de manera lineal. Generalmente la hemorragia que se produce va a depender de la profundidad en que haya realizado el corte, pero también se tiene que considerar la sección que se haya cercenado, en subordinación con la cantidad de vasos sanguíneos dañados.
  • Heridas punzantes: se efectúan por elementos punzantes como agujas o clavos. Al momento de producirse la lesión el síntoma principal es dolor intenso, con deficiencia hemorrágica y siendo de muy poca notoriedad el orificio ocasionado. Clínicamente, se considera que es una lastimadura peligrosa, porque a simple vista no se puede establecer qué tan profunda es, con la posible eventualidad de constituir daños  viscerales, provocando sangrados  internos. Se considera también como algo frecuente, el riesgo de infección, ya que el sangrado tiene como función la limpieza del área afectada.
  • Heridas cortopunzantes: originadas por ejemplo por tijeras o estructuras óseas fracturadas. Es la combinación de las heridas cortantes, con las heridas punzantes. El tratamiento de este tipo de lesión, va a depender de la zona y el conjunto de vasos sanguíneos perjudicados.
  • Heridas por armas de fuego: según en donde se haya ocasionado la lesión, se puede manifestar una fisura o cisura visceral. Son lastimaduras creadas a partir de municiones. Se puede distinguir una perforación de entrada con un tamaño pequeño y un orificio de salida más grande.
  • Heridas laceradas: se originan a partir de elementos con perfiles dentados como en el caso de las sierras o serruchos. Se presenta en forma de herida con bordes irregulares y con la consecuente  rasgadura de tejidos.
  • Raspaduras: se origina a partir de la fricción entre superficies duras con la epidermis, produciendo perdida aparente de la misma. Algunos de los síntomas suelen ser ardor y malestar en la zona afectada con pequeñas a escasas perdidas de sangre, por lo que es habitual que se infecten.
  • Heridas avulsivas: son aquellas lesiones en donde se ocasiona un desprendimiento y desgarre del tejido cutáneo del herido. Se caracteriza por sufrir de abundante hemorragia. Por ejemplo existe la posibilidad de que una lesión lacerada o cortante, se transforme en avulsiva.
  • Heridas contusas: producto de golpes con palos, la fuerza del puño u elementos rígidos. Se ocasiona por la resistencia que afronta la estructura ósea ante el impacto, lastimando de forma espontánea a los revestimientos blandos. Se la distingue por mostrar contusiones acompañadas de dolores molestos.
  • Hematomas: son las más fáciles de identificar. Son lesiones cerradas provocadas por el impacto de algún elemento sobre la piel. Se exhiben en forma de mancha frecuentemente de tonalidad morada.
  • Amputación: se trata de la extracción completa de un fragmento o la integridad de una extremidad.


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