Tipos de párrafos


¿Qué es un párrafo?

Aquella unidad discursiva en la que se desarrolla un determinado concepto o argumento se la denomina párrafo. Éste es uno de los componentes principales de cualquier texto y se encuentra compuesto por una serie de oraciones, que son una unidad aún menor. Éstas últimas se caracterizan por abordar cierto aspecto de la idea, lo que hace que se encuentren relacionadas entre sí y cada una suele aportarle algo a la anterior. Los párrafos también deben tener relaciones entre sí y deben estar organizados de forma tal que exista coherencia entre ellos.

Los párrafos pueden ser clasificados de diversas formas, de acuerdo al criterio que se tenga en cuenta. Algunas formas de hacerlo son las siguientes:

De acuerdo a su estructuración lógica se identifican los siguientes tipos de párrafos:

  • De comparación: también conocido bajo el nombre “comparativo”, las unidades discursivas como estas son las que le permiten al autor presentar dos o más objetos, personas o fenómenos para luego expresar sus puntos en común y sus diferencias. Para esto, se eligen ciertos criterios, que sean relevantes, y en base a ellos se describen cómo son en cada caso. Para que estos párrafos sean efectivos, es muy importante que el autor organice y enumere muy bien la información, en caso contrario, generará confusión y mezclará los datos expuestos.
  • Resolutivo: en los párrafos como estos se plantea un problema y la forma en que este debe ser solucionado. Para que resulte fácil de entender, lo ideal es que el autor explique primero el problema en cuestión y dé detalles del mismo y sobre su importancia. Una vez hecho esto, se debe pasar a una explicación profunda de la o las posibles soluciones de dicho problema. De esta forma, se enlazan las dos partes en un mismo párrafo, lo que facilita la comprensión de la idea en su totalidad.
  • Causa-efecto: la idea de estos tipos de párrafos es enlazar dos sucesos entre sí. Para esto se puede mencionar uno de los fenómenos y dar detalles de cuál fue motivo que lo originó. También puede suceder que el autor opte por explicar un determinado suceso y las consecuencias mediatas o inmediatas que éste genera. Esta elección dependerá del orden y la relevancia con que el autor pretenda exponer la información.
  • En secuencia: por medio de párrafos como estos, el autor busca enumerar una serie de actos que deben ser realizados en cierto orden para que, de esta forma, se alcance un determinado resultado. Es necesario que cada uno de los pasos sea explicado y ordenado correctamente. Un ejemplo de esto puede ser una receta de cocina, donde el autor enumera una serie de instrucciones para la preparación de un plato en especial.

De acuerdo a sus contenidos, se enumeran los siguientes párrafos:

  • Enumerativo: como su nombre indica, estas unidades discursivas se dedican a enumerar una serie de cosas, relacionadas con una idea principal. Esta última puede ser ubicada antes o después de la enumeración, pero resulta clave puesto que actúa como hilo conductor de todo lo enumerado. Cada uno de las enumeraciones puede ir acompañada de una descripción o explicación, y es muy importante que no existan contradicciones entre las enumeraciones. Además de esto, se debe ser cuidadoso para no repetir dos veces lo mismo o que, si bien no sean dos enumeraciones iguales, sean muy similares entre sí, por lo que en estos casos resulta mejor unirlas, para así no confundir al lector.
  • Argumentativo: esta clase de párrafo se caracteriza por desarrollar una determinada idea con el objetivo de que aquel que lo lea termine siendo persuadido sobre aquello que el autor afirma o niega. Para alcanzar este efecto, los párrafos como estos deben contar con argumentos que confirmen su postura. Estos pueden ser cifras, hechos, ejemplos o citas de autoridad, que siempre ayudan a reforzar la idea en cuestión.
  • Cronológico: los párrafos de esta clase son los que exponen una serie de hechos de acuerdo al orden cronológico en el que fueron sucediendo. Por lo general, son párrafos claves dentro de los textos históricos, aunque también son muy útiles en los cuentos o novelas, donde se busca enumerar los hechos realizados por los personajes que lo componen. De todas formas, el orden cronológico de los sucesos puede estar presente en párrafos dentro de cualquier género.
  • Narrativo: muy comunes en cuentos o novelas, estos son los párrafos en los que el autor ordena una serie de acontecimientos de acuerdo a cómo fueron desarrollándose con el paso del tiempo. De esta forma se logra plasmar lo ocurrido conociendo sus antecedentes y lo ocurrido luego.
  • Descriptivo: estas unidades discursivas son las que se limitan a la descripción de un determinado suceso, fenómeno, objeto o persona que haya sido mencionado o que figurará dentro del texto y que sea importante dentro de éste. La idea, a la hora de realizar un párrafo descriptivo, es tomar algún criterio para hacerlo. Por ejemplo, hacerlo en orden cronológico, o ir de lo general a lo particular o al revés. También, se puede ir desde lo que se encuentra en el interior y finalizar con aquello que forme parte del exterior, o viceversa. Para esto no existen reglas, sino que depende del gusto del autor o de aquello que considere que ordenará mejor su información, para que así resulte comprensible.
  • Conceptual: estos son los párrafos que el autor introduce dentro de un texto con el fin de definir un determinado término que resulta esencial para comprender el texto en su conjunto. Es por esto que el autor opta por dedicarle un espacio importante a la definición, que puede ser tomada de un diccionario o bien, partiendo las que dieron ciertos autores referentes en la materia. Por último, puede ser una definición elaborada por el propio autor y que se adecue al resto del texto. Por lo general, párrafos como estos son imprescindibles en textos científicos o académicos, pero se los puede encontrar dentro de cualquier género.
  • Explicativo: como su nombre indica, párrafos como estos son los que se utilizan para explicar en profundidad un determinado concepto o idea que resulte clave para la comprensión y el desarrollo del texto. Para ello se pueden utilizar definiciones, enumeraciones, ejemplos, analogías o cualquier otro recurso que ayude a comprender el tema en cuestión.

De acuerdo a la ubicación del párrafo dentro del texto, se habla de los siguientes párrafos:

  • Apertura: por medio de este párrafo es que el autor presenta cuál será el tema que se abordará a lo largo de todo el texto. Esto le permite al lector saber con qué clase de texto se encontrará si continúa leyendo. Algunos autores deciden colocar en este párrafo una pequeña anécdota que dé un primer pantallazo sobre el tema. Esto puede ser muy útil ya que suele atraer la atención del lector y así hacer que siga leyendo. Para que esto sea efectivo debe estar muy bien escrito, deber ser atractivo y guardar una estrecha relación con el tema que se abordará. Otros autores, en cambio, optan por introducir alguna pregunta o planteamiento en este párrafo, dando a entender que a lo largo del texto se intentará darle una posible respuesta o resolución a la misma. Esta técnica puede contar con varias preguntas. La primera suele ser la más neutral e intenta plantear el tema general. El resto de las preguntas pueden ayudar a reflejar las distintas posturas que suele haber sobre el tema, o las definiciones que suelen existir al respecto. Una forma más estructurada de redactar este primer texto es colocando una breve síntesis donde se plasmen los contenidos que serán abordados a lo largo del texto. Este párrafo puede estar compuesto por una simple enumeración donde se mencionen los principales temas o bien, sumarle a esto un detalle de cómo y dónde serán desarrollados cada uno de los temas. En este caso se aclara que, por ejemplo, cierto tema se explicará en el capítulo uno mientras que otro tema formará parte del capítulo dos y así sucesivamente.
  • Transición: por medio de esta clase de párrafos es que el autor logra expresar con claridad que se cambiará de tema, o bien que se abordará otro aspecto de aquel que se venía desarrollando hasta el párrafo anterior. Para lograr expresar estas intenciones, es muy importante el conector que se utilice para comenzar este párrafo. Algunos de los que mejor se adaptan a este objetivo pueden ser, por ejemplo: por otro lado, como consecuencia, a pesar de esto, también, por último, sumado a esto.
  • Final: estos son los párrafos que se utilizan en último lugar y le permiten al autor hacer una breve reseña del contenido que formó parte del texto en cuestión. La idea aquí es enfatizar sobre los puntos más importantes que se desarrollaron para así reafirmarlos. Muchas veces ofrecen alguna conclusión a partir de todo lo expuesto y, en otros casos, se deja en claro cuáles fueron los aspectos que no fueron tratados, lo que muchas veces es utilizado por algunos lectores como punto de partida para elaborar alguna investigación sobre el tema.


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