Tipos de tecnología


¿Qué es la tecnología?

El término tecnología se utiliza para aludir a aquellos conocimientos técnicos que se aplican al diseño y construcción de servicios y bienes para que estos permitan satisfacer las necesidades y deseos de la sociedad. También, permite la creación de diversos elementos que le facilitan al hombre adaptarse al medio ambiente en el que viven. Actualmente podría decirse que el hombre está prácticamente rodeado de tecnología y que la utiliza en la mayoría de las actividades que lleva al cabo.

Por lo general, el término tecnología es clasificado en diversos grupos, que son los siguientes:

De punta: esta clase de tecnología hace alusión a los avances realizados por los especialistas dentro de la robótica, la microelectrónica, la biotecnología o la informática, entre otras áreas, para el diseño de distintas herramientas y servicios que, en los últimos años han transformado de forma significativa las formas de comunicación, trabajo y entretenimiento de las personas. Además, esta tecnología se caracteriza por ser de avanzada, lo que implica que introduce algo innovador o novedoso dentro de aquello que ya existía.

Genérica: esta variante dentro de la tecnología hace alusión a todas aquellas habilidades y conocimientos que son conocidas y, por lo tanto tenidas en cuenta, dentro de todas aquellas empresas o fábricas que se desempeñen dentro de una determinada rama industrial. Estas tecnologías resultan básicas para el desarrollo de esas industrias, por lo que es necesario su manejo así como también su transmisión a los trabajadores de la misma. Otro rasgo que caracteriza a la tecnología genérica es que no posee un nivel de comprensión demasiado elevado, por lo que puede ser aprehendida con facilidad por aquellos que así lo precisen. Además de esto, por tratarse de un conocimiento básico para el desarrollo de una sociedad, y por ser público, no puede ser patentado por ninguna empresa o particular.

Clave: esta clase de tecnología se basa en una serie de conocimientos y habilidades que, una vez aplicados, causan cambios profundos y significativos dentro de la sociedad por lo que, una vez implementados, pareciera no existir retorno para dicha sociedad. Esto se debe a la presencia que comienza a adquirir dentro de la vida de las personas, de forma tal que llega a cambiar sus rutinas de manera irreversible. Algunos ejemplos de estas tecnologías son la máquina a vapor, el microprocesador, la energía eléctrica, entre otras.

Industrial: esta es la tecnología que, una vez aplicada en el continente europeo, permitió introducir cambios profundos dentro de la economía. Gracias a su aplicación se logró pasar de la producción doméstica o artesanal a la producción a gran escala. Gracias a la introducción de maquinarias dentro del proceso productivo, se logró la producción de manufacturas estandarizadas y de forma masiva. De esta manera, pudo pasar de una economía de subsistencia a una de mercado.

De Operaciones: esta rama dentro de la tecnología es la que consecuencia de un prolongado período en el que gracias a diversos experimentos y descubrimientos se logró dar con ella. Para alcanzarla, generalmente se deben utilizar diversos conocimientos y herramientas que han sido claves para su arribo. Muchas veces, los especialistas alcanzan estos conocimientos tecnológicos tras habérselos planteado como meta pero, en otros casos, se lleva a ellos por accidente, mientras se investigaban otras cuestiones.   

Flexible: esta tecnología tiene que ver con todos aquellos conocimientos, maquinarias, técnicas y habilidades que pueden ser aplicadas para la producción de diversos servicios y productos, por lo que no se ven limitadas a un uso en un determinado área o actividad productiva.

Fija: en oposición a la anterior, esta tecnología se puede aplicar dentro de una determinada actividad o área, por lo que su uso no puede ser destinado al diseño de diversos productos o servicios. El hecho de que esta tecnología se aplique de manera restrictiva hace no sea conocida ni aplicada por numerosas personas, sino que es un pequeño grupo de individuos el que recurre a ella y que la conoce en profundidad.

De producto: esta tecnología tiene que ver con todos aquellos conocimientos y habilidades que una persona debe saber manejar a la hora de producir un determinado producto o servicio. De esta forma, la persona que está al tanto de la tecnología que involucra el proceso de producción de un determinado bien o servicio está al tanto de, entre otras cosas, los detalles de sus materiales y diseños, de la clase de mano de obra que se requiere y de los procedimientos y mecanismos que se requieren.

De racionalización: estas son las tecnologías que resultan como consecuencia de una serie de intentos por parte de especialistas de mejorar un determinado producto o servicio. Estos son conocimientos técnicos que se van aplicando de a poco y que tienen que ver, en muchos casos, con el mecanismo de presentar en el mercado, paulatinamente, versiones más modernas de aquel bien que venden, con el objetivo de incrementar las ventas. La tecnología de racionalización puede ser entonces de pequeño tamaño por lo que su introducción no genera cambios sustanciales en la sociedad ni en su forma de vida.

De los procesos productivos: estas tecnologías son las que domina una determinada empresa o fábrica y, por sus rasgos, puede ser usada por ella de manera exclusiva. Gracias a ella, la empresa en cuestión logra ofrecer un producto o servicio que lo diferencia del resto, dándole ventajas competitivas y una imagen de exclusividad. Esta tecnología suele ser patentada por sus creadores y la venta de la misma suele ser sumamente costosa.

De equipo: estas son las tecnologías que han sido implementadas por aquel que fabrique un determinado producto o bien, aquel que se encargue de la entrega de materias primas. Esta tecnología forma parte de su propio equipo, por lo que su implementación mejora el proceso productivo.

Limpia: las tecnologías bajo este nombre son las que, cuando son aplicadas, no causan ningún efecto contaminante dentro del ambiente que las rodea. Esto se debe a que se recurre a recursos naturales, tanto no renovables como renovables, como la energía eólica, hídrica, solar, geotérmica, entre otras.

Además de estas clasificaciones, algunos especialistas diferencian dos grandes grupos dentro del ámbito tecnológico:

Blanda: cuando se habla de esta clase de tecnología se hace alusión a aquellas habilidades y conocimientos que tienen como objetivo principal mejorar el desempeño de una determinada entidad o institución. Una vez aplicada esta tecnología, se busca obtener niveles de productividad superiores, de allí sus objetivos de implementarlas. Dentro de esta rama de la tecnología se suelen identificar a los sistemas informáticos, a la auditoría de gestión o incluso a los estudios de mercado.

Duras: las tecnologías de esta clase son las que se aplican por parte de ciertos sectores que buscan mejorar su proceso de producción para de esta manera alcanzar una rentabilidad superior a la actual. También, las tecnologías duras son aquellos conocimientos o habilidades a los que se recurre para poder mejorar la presentación de los productos y servicios que la empresa ofrezca. Gracias a ello se logra que los potenciales clientes tengan una mejor percepción del producto o para mejorar la calidad del mismo. Ambos motivos buscan mejorar las ventas de los productos o servicios que ofrezcan. Por lo general, se introducen dentro de esta tecnología a la biotecnología, a la mecánica así como también a la informática o a la electrónica entre tantas otras.

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