Tipos de objetivos


¿Qué son los objetivos?

La palabra objetivo, del latín ob y iacere, que significan “sobre o encima” y “lanzar”, respectivamente, tiene múltiples acepciones. Una de ellas es dentro del ámbito de la fotografía, en la que se la usa para aludir a las lentes que forman parte de las cámaras fotográficas, que son aquellos instrumentos ópticos que contienen para apuntar al objeto que se quiere fotografiar.

Dentro del mundo empresarial, en cambio, la palabra objetivo alude a aquellos resultados que se quieren lograr, en la entidad, en un determinado período de tiempo ya sea para mejorar o para corregir su desempeño.

Por último, otra de las tantas acepciones que existen de la palabra objetivo es la que se utiliza en el ámbito de la investigación, para hacer alusión a aquello que se quiere comprobar o descubrir a partir de, justamente, una investigación. En estos casos, son los objetivos los que actúan como disparadores de la investigación y a la vez actúan como una guía de la misma.

El «Objetivo» y múltiples acepciones

El concepto “objetivo”, dentro de los diferentes ámbitos en los que se utiliza, tiene distintas clasificaciones. Algunas de ellas son las siguientes:

Fotografía

(El objetivo en fotografía. Ilustración)

(El objetivo en fotografía. Ilustración)

Dentro de la fotografía se identifican los siguientes tipos de lentes:

Macro: estas son las lentes que permiten la realización de macrofotografías, de allí su nombre, lo que las vuelve un elemento muy útil para tomar imágenes con muy buena calidad de objetos que sean de un tamaño reducido.

Gran angular: objetivos como estos se caracterizan por tener un campo de visión significativamente amplio pero no por ello las imágenes obtenidas se distorsionan, como ocurre con otras lentes. Gracias a un campo de visión, que parte de los 60°, estos objetivos son muy útiles para hacer tomas de paisajes, interiores e incluso obtener vistas panorámicas. Las lentes gran angular son aquellas que tienen entre 17 mm y 35 mm y en muchos casos conforman los zoom de las cámaras fotográficas.

Teleobjetivos: los objetivos como estos son los que cuentan con una distancia focal muy alta, que es a partir de los 135 mm. La cualidad que vuelve muy útil a estas lentes es que permiten obtener fotografías de muy buena calidad de personas que se encuentren a distancias importantes, e incluso en movimiento, por lo que son muy requeridas en el ámbito deportivo, para hacer tomas de los deportistas en acción. De todas formas, para que la imagen no salga movida, lo ideal es utilizarlas con algún trípode ya que, al menor movimiento, la foto sale movida.

Ojo de pez: esta lente se caracteriza por contar con un gran angular como ángulo de visión, que pueden alcanzar los 180°. Las focales de estos objetivos poseen una focal de entre los 8 y los 15 mm y se caracterizan por ser lentes fijas. Las imágenes que se obtienen a través de estas lentes muchas veces muestran extremos algo distorsionados, como en forma de curva.

Fijos: su nombre se debe a que con ellos el fotógrafo no puede realizar zoom, sino que son de focal fija. Entre otras cosas, estos objetivos se caracterizan por su elevada luminosidad, gracias a su apertura, por tener un mayor alcance que el zoom y por contar con una focal de entre 35 y 88 mm, los que los vuelve una muy buena opción para la realización de retratos, entre otras cosas por su desenfoque.

Empresas

(En el ámbito empresarial se establecen distintos tipos de objetivos)

(En el ámbito empresarial se establecen distintos tipos de objetivos)

Dentro del ámbito empresarial se identifican los siguientes objetivos, teniendo en cuenta el tiempo que se especula para su concreción:

A mediano plazo: esta clase de objetivos son los que se formulan de modo tal que sean aplicados por área, para así alcanzar las metas generales de la empresa. Estos objetivos son los que tienen que ver con cuestiones tácticas de la entidad.

A largo plazo: como su nombre indica, estos son los objetivos que se establecen para alcanzar en un período de tiempo prolongado, como pueden ser “varios años”, que pueden ir de tres a cinco, y no para que se concreten en lo inmediato. Formular esta clase de objetivos resulta muy útil para diseñar las estrategias del negocio. Estos pueden tener que ver con modernizar las maquinarias o la tecnología; aumentar el personal o mejorar su rendimiento; ampliación o diversificación del negocio; captar nuevos socios o clientes; bajar los costos, entre otros ejemplos.

A corto  plazo: estos objetivos son los que se les fijan a cada uno de los empleados que trabajan en una empresa y el lapso de concreción es siempre menor al año. Se debe tener en cuenta que el cumplimiento de estos objetivos resulta imprescindible para alcanzar los de mediano y largo plazo, por lo que es muy importante que sean respetados. Además, su diseño debe ser hecho teniendo en cuenta al resto de los empleados, ya que siempre existe una cierta dependencia entre los distintos cargos de la entidad, ya sea dentro de la misma área o entre áreas diferentes.

Investigación

(Establecer objetivos es clave en cualquier investigación)

(Establecer objetivos es clave en cualquier investigación)

En el ámbito investigativo se identifican dos clases de objetivos que son los que se quieren alcanzar a partir de la puesta en práctica la investigación:

Generales: esta clase de objetivos son los que se diseñan teniendo en cuenta qué se quiere obtener, como resultado final, una vez hecha la investigación. Es decir, deben dejar en claro cuál es el fin de la investigación a efectuar, por lo que se formulan de forma general, expresando las expectativas por parte de los investigadores. Esto hace que a la hora de formular estos objetivos se intente responder a preguntas como ¿Para qué? ¿Qué? o ¿Dónde?

Específicos: esta clase de objetivos, en cambio, son los que detallas cuáles serán las diferentes etapas o pasos que conformarán la investigación para que, de esta forma, el investigador logre alcanzar el objetivo general, previamente formulado. Al hacer una descripción detallada de cada uno de los pasos a seguir, son una guía muy útil para encaminar y realizar la investigación de manera correcta, puesto que tienen consecuencias inmediatas en el objetivo general. A diferencia de los generales, la redacción de estos objetivos es mucho más específica y, en ella se aclaran todos aquellos indicadores que se deseen abordar, para lograr alcanzar la meta propuesta.

Artículos Relacionados

Derechos Reservados

© Está permitido el uso de los contenidos, siempre y cuando se reconozca con un enlace a este artículo, como fuente de información.

Comments are closed.