Tipos de músculos


¿Qué son los músculos?

Aquellos órganos que están compuestos por fibras que tienen la capacidad de contraerse se los denomina músculos. Dichas fibras responden de manera involuntaria o voluntaria, dependiendo los casos, a los impulsos nerviosos. Estos órganos son los que cumplen con la función de  movilidad y protección, así como también ayudan a que el cuerpo mantenga una determinada postura, tenga forma y estabilidad. Sumado a esto, convierten en energía química a la mecánica y son los que estimulas a los vasos sanguíneos.

Los músculos pueden ser clasificados de diversas formas, según el criterio que se utilice, algunas formas de hacerlo son las siguientes:

De acuerdo a su ubicación, los músculos se clasifican en:

Lisos: estos músculos recubren las paredes de lo que se conocen como vísceras huecas, motivo por el que algunos los denominan músculos viscerales. La función de estos es permitir el paso de sustancias a través de dichas vísceras. Los músculos lisos actúan de forma involuntaria y son los que se encuentran, por ejemplo, en el estómago.

Esqueléticos: músculos como estos son los que se encuentran en contacto con los huesos del cuerpo, por lo que se encargan de otorgarles movimiento. Estos músculos están compuestos por tendones, que son aquellos tejidos que se encargan de unir al hueso con el músculo, y el vientre muscular, aquella zona en donde se encuentran las fibras contráctiles, por lo que es la parte que posee mayor espesor.

Cardíacos: como su nombre indica, estos músculos son los que se encuentran en el corazón, siendo las paredes del mismo.

De acuerdo a la forma que tengan, se identifican los siguientes músculos:

Cortos: propios de la columna vertebral, manos, mandíbula y pies, estos músculos se caracterizan por tener forma cúbica y por poder originar movimientos fornidos.

Largos: generalmente, estos músculos forman parte de las extremidades y se caracterizan por ser alargados. En general, cuentan con una parte ancha en el medio, mientras que sus extremos son delgados.

Planos: ubicados en el abdomen o tronco, estos músculos se caracterizan por ser anchos y largos. En general, tienen forma de rectángulo o triángulo y son de un tamaño importante.

Orbiculares: propios de zonas como la boca o los ojos, estos músculos tienen la particularidad de ser circulares y de contar con un agujero en el medio que se cierra como consecuencia de su contracción.

Esfinterianos: estos músculos forman parte del sistema digestivo, reproductor y sanguíneo. Tienen la capacidad de poder relajarse y contraerse para que de esta manera puedan dejar pasar a sustancias de diversos tipos así como también impedirles el paso. Estos músculos se caracterizan por contar con forma circular. Entre otros, forman parte del intestino y del ano.

De acuerdo a la morfología de los músculos, se habla de los siguientes tipos de músculos:

Músculos bipenniformes: se originan en un tendón y siguen su trayecto longitudinal, en diagonal y de forma paralela entre sí. Esto hace que se asemejen a una pluma.

Músculos unipenniformes: las fibras de estos músculos se origina en un tendón y continúan con su trayecto longitudinal, en diagonal. A diferencia de los anteriores, estos se asemejan a media pluma.

Músculos multipenniformes: las fibras, en este caso, se originan en más de un tendón, adquiriendo formas más complejas, que dependen de la función que deban desempeñar.

Según la función que realicen se habla de los siguientes músculos:

Flexores: estos son los músculos que admiten doblar extremidades o estructuras, es decir, realizar flexiones, de allí su nombre. Por medio de este movimiento, las partes del cuerpo logran acotar la distancia que existe entre sí.

Extensores: en oposición a los anteriores, estos músculos son los que permiten que las partes del cuerpo se distancien entre sí, a partir de la relajación.

Abductores: por medio de sus movimientos, estos músculos permiten que un órgano o extremidad se aleje de la línea media del cuerpo.

Aductores: en oposición a los anteriores, por medio de su movimiento, estos músculos son los que admiten que dos órganos o extremidades se aproximen al centro del esqueleto. Esto significa que acercan una parte del cuerpo a su línea media.

Pronadores: estos son los músculos que permiten rotar para abajo o bien, para adentro, una determinada extremidad.

Supinadores: en oposición a los anteriores, estos músculos permiten mover a las extremidades en la dirección opuesta, es decir, hacia afuera o hacia arriba.

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