Tipos de cultura


Los tipos de cultura se caracterizan por tener una infinidad de definiciones, debido a que se trata de un concepto que ha sido abordado desde diferentes disciplinas. De todas formas, a grandes rasgos se lo podría definir como un conjunto de objetos -como ropa, obras de arte, bienes o herramientas- y símbolos, como el idioma, la religión, los hábitos, las creencias o los valores.  Ambos –símbolos y objetos- resultan ser aprendidos y transmitidos por los miembros de una determinada sociedad. Se podría decir que la cultura es uno de los elementos que más determinan el comportamiento de los seres humanos.

De todas formas, se puede hablar de cultura dentro de un ámbito más reducido que la sociedad, como lo puede ser una empresa, en la que se identifican los siguientes tipos de cultura:

De la función: en esta clase de organizaciones se establece un organigrama muy detallado, que determina el puesto específico de cada uno de sus miembros. Esto permite visualizar con mucha exactitud cuál será el futuro de cada uno de los empleados, en caso de ascender. Toda esta estructura tan delimitada hace que la organización se torne burocrática y que se logre identificar, gracias a la claridad del organigrama, cuáles son los sectores con mayor poder.

De la persona: en empresas como estas, que suelen ser de tamaño bastante reducido, no suele existir una estructura del personal del todo definida. Esto hace que en muchos casos la misma persona deba realizar varias actividades al mismo tiempo o incluso que se superpongan las tareas. También se puede hablar de cultura de la persona cuando todos sus miembros son personas significativamente calificadas, por lo que se destacan en su desempeño dentro de la organización.

Del poder: se identifica bajo este nombre a aquellas empresas que, dentro del mercado en el que compiten se han convertido en una potencia sumamente significativa o hasta incluso monopólica. Un rasgo que identifican a estas empresas es que se destacan por responder de manera eficiente ante las necesidades de los clientes o los cambios que se presentan. De esta forma, logran sortear los obstáculos e incluso a veces lo hacen con creces. Otro rasgo propio de la cultura del poder en las empresas es que existen personalidades con un protagonismo muy marcado, de las que depende en gran medida el funcionamiento de la organización.

De la tarea: en empresas como estas, el trabajo en equipo es determinante. De todas formas, esto no significa que permanezcan a lo largo del tiempo los mismos grupos de trabajo sino que estos se conforman para llevar adelante una tarea específica y luego se disuelven, para pasar a la siguiente tarea, en la que se conformarán nuevos equipos. El trabajo en equipo permite que todos sus miembros puedan aportar ideas y que exista el debate, en el que el respeto por el resto resulta fundamental.

Otros tipos de cultura que se identifican hacia el interior de una empresa son los siguientes:

En red: en empresas con esta cultura suele haber muy poca solidaridad entre los miembros que la integran, a pesar de que los grado de sociabilidad sean elevados. Esto suele presentarse en aquellas organizaciones en donde se requiere que exista creatividad así como también flexibilidad. En empresas como estas suele ser un factor determinante la actitud proactiva e innovadora por parte de los empleados.

Mercenaria: las empresas en las que esta cultura es la que predomina, la solidaridad es un valor predominante, a diferencia de lo que ocurre con la sociabilidad, cuyo grado resulta ser bajo. En estas organizaciones algo que resulta fundamental para su funcionamiento es la fijación de objetivos y metas, así como también estrategias, lo que permite poder responder con eficiencia ante los cambios o problemáticas que puedan presentarse. Además, esto les permite a veces obtener resultados con mejorías en cuanto a la producción y al desempeño de los empleados. En estas entidades suele ser contraproducente tener que dedicarle tiempo a que los miembros debatan y lleguen al consenso a la hora de tomar decisiones. Esto trae como consecuencia que las relaciones entre los miembros sean mínimas.

Comunal: las empresas en las que se desarrolla esta cultura se caracterizan por contar con elevados grados de solidaridad y socialización entre los empleados de la misma. Además de esto, existe amabilidad y respeto, más allá de los cargos que ocupe cada individuo. Por lo general, las empresas en las que se hace presente esta clase de cultura son de tamaño reducido y además, suelen ser lideradas por personas carismáticas.

Fragmentada: como su nombre permite entrever, en estas empresas que poseen esta cultura, los grados de solidaridad y de sociabilidad se caracterizan por ser significativamente bajos. Si bien en un principio esto puede ser percibido como algo negativo, en ciertas empresas, sobre todo en las que la creatividad y la innovación resultan esenciales, puede resultar positivo. Esto se debe a que, al no existir dependencia entre las diferentes áreas, los miembros se sienten más “libres” para poder proponer y presentar ideas novedosas sin verse limitados. Con respecto a lo de la solidaridad, su grado es bajo ya que no se lo considera como un valor imprescindible para que la empresa funcione correctamente.

Una última clasificación de cultura que puede ser tenida en cuenta es la siguiente:

Del club: en las empresas en las que predomina este tipo de cultura se caracteriza por existir un importante grado de lealtad por parte de los empleados, así como también de compromiso. Esto suele desarrollarse en aquellas entidades que tienen una larga trayectoria.

De las fortalezas: en empresas en las que existe esta cultura, sus miembros tienen como principal preocupación es mantener su puesto de trabajo, por lo que toman una actitud de supervivencia.

Académica: como su nombre permite intuir, los empleados de las empresas donde se desarrolla esta cultura se caracterizan por contar con una formación académica, la cual resulta esencial para poder ocupar su puesto de trabajo. Por tratarse de organizaciones que garantizan la estabilidad laboral así como también la oportunidad de que los integrantes de la misma puedan desarrollarse, el porcentaje de empleados que renuncian suele ser muy bajo.

De equipo de Baseball: en organizaciones como estas se suele incentivar a los empleados de distintas formas, con el objeto de que se atrevan a innovar, proponer y tomar riesgos.

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